16.2.12

HORA DE CENIZAS


Hoy no cantan las cenizas
ni escucho los latidos de la noche,
me sabe amarga la alborada,
 en mi lecho,
 se retuercen de llanto las ausencias.

Temo perder la sombra en cada esquina
en cada instante de lluvia silenciosa,
cuando escapan hebras mutiladas por los dedos
y me visto de ruinas amputadas.


Miro los relojes confiscados,
sus espacios de parásitos ausentes,
y alarma el breve tiempo que resta entre las manos,
para doblar campanas en misceláneas estériles.

Es tarde para matar silencios,
las estaciones delatan furibundas su fatiga,
pertrechada agonía en carreras maltrechas,
odisea titánica en puzles contra reloj.









2 comentarios:

  1. Excelente poema.

    Así andamos:
    entre sombras y silencios.


    Un abrazo fuerte.

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  2. Así es Noray, siempre entre cielos e infiernos. Gracias por el comentario. Abrazote

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