31.12.10

CUANDO SE DERRUMBAN LOS PARPADOS



Sucede, que en estelas de silencios,
cuando los ojos se derrumban extenuados,
se beben sin remedio sombras y naufragios.

Sucede,
que en noches de escombros y semillas vaciadas,
la vida nos sorprende en desacato,
el alma queda atónita y se queja con total resolución.

Sucede,
que hay tormentas con desahucios y condenas
y es que, en el verbo conjugado a cuatro manos
hay edictos y sentencias promulgando su osadía.

Sucede,
que la carne se desangra y queda herida
con cada beso deseado no nacido.

Sucede,
que la entraña se entumece y hace escombros
a fuerza de caricias dimitidas.

Sucede,
que ante tanto desaliento, la voluntad se contiene
y se resigna.

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