Vuelves a abrazarme sin recato
abusando de mi propia locura
valiéndote de la apatía
de mi propio abismo.
Suplico se aleje, más su tenacidad
irrumpe en mis desvelos,
adornada de arrogancia,
insolente y provocadora.
No da tregua a sencillas distracciones,
fustigadora, desafiante, doliente.
Te acomodas en mi estancia
pretendiendo escuche tus éxitos y vanidades.
Te jactas de tus diplomas
ausentes de toda bienvenida
en mis habitaciones vacías
en mi inmóvil mirada.
Cuando parta –lo hará, la conozco-
navegaré por otros mares,
caminaré de puntillas por las nubes
y haré sonreír al corazón.
Hasta que, nuevamente, vuelva a debutar
prodigando sus virtudes en mi casa,
retando mis sueños inacabados
y ganar, en este día, mi lucha.
30.7.09
VUELVES TRISTEZA. Mercedes Pérez
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Caminos que construimos con ilusión, que el agua y el aire destruyen, para hacer que volvamos a la tarea de volver a ilusionarnos con lo que a veces parece imposible...como siempre el buen gusto y la exquisitez rodean vuestra obra...un beso para las dos desde Zuhaitz-Ondoan mi estudio, donde estoy esta noche escribiendo.....de azpeitia
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