14.3.09

DESCUIDOS. Mercedes Pérez



Descuidé cosas sencillas
como mirar entre cristales
descubriendo gorriones de verano,
cubrirme de gasa blanca
traslúcida como el aire
y tomar las alamedas de la mano.

Perdí el olor fresco de la mañana,
el sabor a cacao y su burbujeo,
alzar la vista imaginando
aterciopeladas siluetas blancas
bailando en azulados cielos
y ese empezar el día con alas entre los dedos.

Vuelve a seducirme mirar a los hombres
descubrir miradas con sueños,
ver que sus pasos son largos,
que el ingenio de sus palabras acuna, susurrante,
como una caricia de plumas en invierno.

Regresa esa deleitosa pereza
de recrear el sosiego con celindas
deambulando por un tapiz de amapolas,
percibir una nota detenida de violín
excitante y temblorosa como piel enamorada.

Los relojes enmudecen lisiados
me recojo en el borde de tus sueños,
la noche es un lecho con almidón de quimeras,
vienes como brisa que despierta
mi silencio cálido y mi regocijo.

4 comentarios:

  1. qué bello! la recuperación parece satisfactoria, es bueno tornar a beber de la fuente en el centro de los sentidos, el recorrido es siempre fascinante y uno desea que no cese nunca

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  2. Leo vuestras poesías y me quedo sin palabras, son tan redondas tan perfectas, huelen a jazmín, a helecho a hierba fresca...que más puedo deciros...que me enamora esa sensibilidad tan especial del conjunto de imágenes, palabras y sonido...un besazo para las dos de azpeitia

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  3. Gracias Nacho, tus comentarios son como aire que entra en los pulmones y muy refrescantes.
    Besos dobles

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  4. Gracias amigo Azpeitia, tu comentario es como un jardín de aromas que colocamos en nuestro blog.
    Besos dobles

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