En las arrugas del tiempo se quedó fruncida la memoria,
descubro una mirada entre las sombras
desnudando la noche que tizna palabras molidas,
buscando murmullos de mis presos recuerdos.
Son tus ojos perdidos en aquel acantilado,
tus manos transitando laberintos de papel,
tus largos pasos recorriendo distancias amputadas.
Te concibo tibio con pasos furtivos
y trato de tocarte en el destierro de un sueño
sin perder el juicio en mis mudas pisadas.
La ausencia es eterna y extraña,
en la noche me atropellan las voces del silencio
libando la postrera gota de tu nombre y escupirla.
Acaso el universo ría mis tormentos, y mi alma
quede quebrada contra una roca de otro mar
mientras se ahoga una lágrima en mi vientre.
Más estoy viva, briosa, fuerte y sobrevivo,
aún así, quiero soñarte ..
que mueras o nazcas entre mis sábanas
como una sombra que se evapora en la noche
y continuar mi senda entre sombras, miradas y palabras.
un presioso poema, que hace sentir la poesía dentro, muy dentro.
ResponderEliminarUn placer entar en el blog
Sentimientos que se desgranan en una forma de katharsis, que libera a quien escribe de los fantasmas del pasado...muy bella poesía...un beso para las dos de azpeitia
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