Quiero perderme en parajes
que ondularon con marañas mis desvelos,
y entender porqué se afana el tiempo
en querer amordazar plegarias
en amalgamas de otros días.
Tal vez salta algún resorte que en la mente
desplaza sus proezas como juegos malabares,
indultando nuestros sueños a confines y deshechos,
rescatando la cordura a sin razones y porqués.
El tiempo ataca y sin lamentos nos deja en descampado
con macabra carcajada.
Acunando mil clamores como dadiva gloriosa,
nos empapa en mil nostalgias.
Que extraña suena el alma,
que sutil suenan las voces en destiempos y
nocturnos.
¡Que desgana recordar recuerdos¡
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