Hay muescas astilladas por cada espina que clavaste,
espantos en cada esquina de mi voz,
tengo sabor a sombra entre mis labios,
y cruces por cada instante de tu amor.
Isla de incógnitas sombrías es mi alma,
-rosa desgajada en el jardín de la ilusión-.
Instalo corazas y refuerzo bastiones,
a amenazas sin reservas,
agonías, y sin razón.
En tu boca;
presagios de muertes incruentas,
como dádiva gloriosa.
En mis manos;
ofrenda embalsamada,
con extintos besos en flor.
Cadáveres furtivos de caricias,
hormiguean furiosos
entre anhelos y desidias.
Gritos de impotencia flagelan sin medida,
fracturando el corazón.
De lujo tu blog, incluyendo tus letras. En verdad me encantó. Te felicito.
ResponderEliminarGracias Salvador, es un lujo tu paso por este espacio.
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